
Iker Casillas se ha incorporado este lunes a la pretemporada del Porto, tras sufrir un infarto agudo de miocardio, con la necesidad de sentir que nadie le ha jubilado y que está activo.
No entrenó con sus compañeros en una jornada que siempre es exigente después de una vuelta de vacaciones y en donde la planificación obliga a realizar trabajos de carga.
Casillas acudió —y lo seguirá haciendo— a su puesto de trabajo para ser uno más mientras los médicos que le atienden, tanto a nivel privado como los del club, seguirán marcando los pasos de su evolución.
Casillas tomará una decisión cuando tenga todas las pruebas y las recomendaciones médicas sobre su estado de salud.
Con información de EFE
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