
Un cacerolazo se escuchó la noche del jueves en los barrios residenciales de Bogotá y otras ciudades colombianas al cierre de la jornada de protestas contra la política económica y social del presidente Iván Duque.
El movimiento comenzó en el barrio de Chapinero y se extendió por otros sectores de la ciudad. Primero fue en las ventanas de los edificios donde los vecinos comenzaron a expresar a golpe de cacerola su descontento con el gobierno de Duque. Luego el movimiento fue tomando fuerza y la gente salió a las calles con utensilios de cocina y pitos.
A Chapinero le siguieron barrios como La Macarena, La Candelaria, Kennedy, Usaquén y Modelia, entre otros. Con banderas de Colombia y una que otra whipala de los movimientos indígenas los habitantes se arroparon para huir del frío de la capital.
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