
Los familiares de los 16 menores venezolanos deportados de Trinidad y Tobago que permanecieron casi dos días perdidos en el mar y que volvieron finalmente al país caribeño permanecen este viernes a la espera de la decisión de las autoridades locales sobre el futuro de los niños.
Familiares de los niños permanecen hoy junto al centro situado cerca de la localidad de Erin a la espera del pronunciamiento de las autoridades de Trinidad y Tobago, según informan medios locales.
Asimismo, medios indicaron que la Amnistía Internacional (AI) envió el jueves una carta al primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en la que le insta a proteger los derechos de los menores. Los familiares de los niños, frustrados por la angustiosa situación, se concentran junto al centro de detención con suministros, comida y medicinas para los menores.
La última información disponible indicaba que los menores iban a ser transportados al helipuerto de Chaguaramas para pasar una cuarentena de dos semanas, después de que la jueza Avason Quinlan-Williams ordenara durante una sesión de emergencia del Tribunal Superior detener una segunda deportación.
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