
El pasado 28 de febrero del año en curso, en un edificio de Hanói, la capital de Vietnam, una niña de tres años salió gateando al balcón de su apartamento, subió a los barrotes y se quedó colgada en la parte de afuera, sostenida de un solo brazo, según informaron fuentes policiales.
Vecinos de la residencia, empezaron a gritar para que alguien la rescatara, afortunadamente, Nguyen Ngoc Manh, un repartidor, que se encontraba cerca del edificio esperando a un cliente, escuchó los gritos y cuando sale del vehículo, ve lo que estaba ocurriendo, en su desesperación por ayudar a la niña se subió a la cubierta metálica, para salvarla.
Luego de que el ciudadano estaba colocado, justamente debajo de la niña, ella cae y el se resbala, alza los brazos, cae en ellos, la sujeta y los dos caen al piso. “La abracé inmediatamente, vi sangre fluir de su boca y yo estaba muy asustado”, explicó el heroico repartidor.
“No pensé mucho, al ver a la pequeña solo imaginaba a mi hija que tiene la misma edad y traté de salvarla. Incluso después de saber que la niña estaba a salvo, seguía temblando, me apresuré a ir a casa para encontrarme con mi hija. Solo cuando abracé a mi pequeña en mi regazo alivié el miedo”, contó Nguyen.
Tras el incidente el hombre sufrió una lesión en las piernas, mientras que la niña fue llevada al hospital, donde se le diagnosticó una lesión en la cadera, aunque afortunadamente su estado de salud es estable.
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